El mal escritor, mirando hacia atrás con sorna

16/09/2023

l

Alfredo

ΥΣαδℵφΦ

Durante la pandemia, como muchos otros, me senté durante horas delante del ordenador, tratando de entresacar historias, cuentos, quizá un par de novelas. Llegó un momento en que el hastío trató de engañarme, haciéndome creer que era capaz de escribir una novela bestseller, muy al estilo Javier Cercas, una novelita con la que participar en el Premio Planeta.

La idea se formó enseguida: un periodista tertuliano en horas bajas descubre que uno de sus vecinos es un tortuador franquista, uno especialmente miserable, que ha cambiado de nombre y de ciudad. Agarrado a la idea de hacerle una entrevista, el periodista comienza a acosar al anciano para escribir un libro con ínfulas de polémica televisiva. Al mismo tiempo, ambos hombres entablan una relación -cada uno de una manera distinta- con una joven camarera chilena cuya familia desapareció durante la dictadura de Pinochet.

Ahí tenía la chispa. La idea. Triángulo morboso, venganza, política, franquismo, voxismo, periodismo basura… creo que pude escribir página y media antes de que todo me resultara enormemente aburrido. Sí, la idea podía funcionar, si es que las ideas se escribieran solas. En un par de días dejé la escritura por imposible.

Sin embargo, allí había algo más.

¿Y si contaba la historia del escritor desesperado que quería escribir esa novela? Sí. Eso podía funcionar. 

Un inciso. Durante varios años trabajé como periodista cultural para Lecturalia. Eso me permitió recorrer el país asistiendo a premios como el Planeta, a presentaciones de novedades internacionales o entrevistando a autoras como Isabel Allende. Fueron unos años muy entretenidos y aprendí bastante del mundo editorial, al margen de lo que ya sabía por mi escasa labor como escritor. 

Así que, ¿por qué no usar todo ese bagaje, esas historias, para metérselas al protagonista? Pero no era suficiente. El protagonista tenía que ser diferente a mí, no me interesaba apostar por una autoficción pura. Así que creé a un periodista endiosado y calculador, narcisista y desesperado por sentir algo. Alguien capaz de vender su propia vida para conseguir la novela definitiva.

La vida de ese escritor, que coge la realidad y la retuerce para su propio beneficio, me fascinó. Así que decidí ir más allá. ¿Y si esa novela que estaba escribiendo cobrara vida propia? ¿Es ficción o realidad? ¿Es su vecino un torturador, tal y como escribe en la novela? Todo mientras nos damos cuenta de que la narración en sí también puede ser una gran mentira. ¿Está triunfando en el mundo literario? ¿Por qué su mejor amigo deja de hablarle al leer el borrador? ¿Qué consecuencias puede tener en el mundo real?

El mal escritor puede ser la novela más personal que he escrito, dentro de lo que me gusta llamar realismo líquido, sin llegar al fantástico, pero en los márgenes de lo ficcional, dentro de una mente alienada y de un juego en el que el lector puede decidir por su cuenta qué está sucediendo en la narración. ¿Realidad? ¿Locura? ¿Conjura?

Un amigo me dijo que era como La conjura de los necios, pero en el mundo literario español. Quizá sea la definición más acertada. 

https://www.binomioeditorial.com/product-page/el-mal-escritor

Escrito porAlfredo

Comentarios

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Blog

Entradas relacionadas